Este mandala transmite contención, sabiduría y equilibrio profundo.
Ideal para quienes buscan rodearse de energía estable, cálida y protectora. Sus colores tierra evocan raíces, linaje y conexión con lo esencial.
Perfecto para espacios de descanso, lectura o meditación. Una pieza que invita a bajar el ritmo y volver a lo verdadero.
Elaborado en madera MDF de 30 cm, pintado con técnica de puntillismo.
Cubierto con resina para un acabado brillante, resistente y duradero.
Esto no solo protege el mandala, sino que realza su profundidad y color, haciendo que cada detalle cobre vida.
PIEZA ÚNICA